domingo, 6 de abril de 2008

SARTÉN AL ATAQUE!

Hace un tiempo atrás un personaje cátolico dijo lo siguiente referente a los cristianos evangélicos ya qué cada día somos más reconocidos y grandes en cuanto a cantidad:
"mientras los evangélicos no tengan unidad, no nos preocupa en absoluto, porque lo único que hacen es dividirse entre ellos mismos, en todo el sentido de la palabra y luchan por cargos y reconocimientos, dejando de lado el avanzar en "su evangelio", así qué mientras no se unan todos con un mismo sentir y fuerza nosotros SEGUIREMOS TENIENDO EL MONOPOLIO" A L U C I N A T E ! pero cierto.
Es vergonzoso que nos tachen de personas chismosas y envidiosas, sin un mismo sentir ni objetivo. No comprendo tanta división en plan: " él dijo..." "yo escuché que ellos son..." "me contaron qué..." "ellos no merecen estar en ese puesto porqué..." "mira como va vestido..." "no te hables con ellos porque..." "eso les pasó porque ellos hicierón..." JUZGAR, RENCOR, ENVíDIAS, y miles de similitudes más se mueven en el propio pueblo cristiano. Deberíamos de darnos con un sartén en la cabeza y meditar un poco en como Jesús haría en cada situación, tanto en el ámbito trivial, como en el ámbito cristiano y ser por una vez fieles a nuestra palabra ya qué decimos ser personas con valores y con una creeencia absoluta. Algo que sí puedo decir con certeza, es que Dios contempla la tierra para buscar a hombres de corazones rectos, para mostrar a trevés de ellos su poder, personas que no siguen su propio camino, es decir su propio bienestar, pisando a cualquiera con tal de quedar mejor ante los ojos de los hombres dejando de lado que no nos pertenecemos, aún sabiendo que somos llamados para este tiempo vivimos con una vista limitada que solo llega a la punta de nuestra naríz. No tendría que poner una lista de sinónimos o explicaciones para comprendas que es rectitud, pero no es sólo eso, creo que la humildad tiene que ir bien ligada a un corazón que será usado. Llegando a la conclusión, veo qué lo más importante es que tenemos alguien muy especial, el cúal nos guía, nos enseña, nos consuela. Si le escucharamos en nuestro interior, seriamos totalmente diferentes a la hora de actuar. Es decir, al Espíritu Santo.
Amigos, me despido, mañana comienza un nuevo día lleno de nuevas aventuras!
hasta la próxima!

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